NO SE DEBE HACER NADA PARA SER VISTO-22

Publicado en

Un hermano muy austero, que no comía más que pan, fue a visitar a un anciano. Y llegaron también, muy a propósito, otros peregrinos. Y el anciano preparó para todos un poco de papilla. Se pusieron a comer y aquel hermano tan austero tomó tan sólo un garbanzo durante la comida. Y al levantarse de la mesa, el anciano le llamó aparte y le dijo: «Hermano, cuando visites a alguno, no des a conocer allí tu modo de proceder. Si lo quieres guardar quédate en tu celda y no salgas nunca de ella». El hermano obedeció al anciano y en adelante hacia en todo vida común cuando se encontraba con otros hermanos.